sábado, 19 de febrero de 2011

hombrecitosenlatasdesardinas

Cuatro años después y me encuentro con el mismo peppermintcandy. En el mismo lugar, pero sin globos, sin embajador...ni coctel.
Esto del imaginario visual coreano es simplemente encantador. Desde las caras en Gerbers, hasta la mínima muestra de pureza e inocencia de una sociedad que se abre a otras sociedades. No es sólo política.
Es consumo.
Finalmente, todo se trata del consumo y como sólo los rasgos físicos nos delatan (por no decir, diferencian).
Lo mejor? Todo esto en tapas duras.

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